Un año más –y precipitándose sin remedio a un acabose estético inminente-, el primer lunes de mayo, el Museo Metropolitano de Nueva York celebró su ya mítica noche para presentar, esta vez, la exposición Manus x Machina: Fashion in the Age of Technology (en resumen, la moda en la era de la tecnología). El asunto, así […]
Autor: Javier Ubieta
Chiara Ferragni. Diseccionando influencers

Lo peor de trabajar en el mundo de la moda y las revistas es tener que asistir al ascenso imparable de personajes que (en mi opinión) no tienen nada que aportar a este universo, mientras que los que (en mi opinión nuevamente) aportan talento, creatividad, estilo, innovación… terminan desistiendo. Cuando en ocasiones he afirmado que […]
Lourdes, por Javier Ubieta
Que los contrarios se atraen es, más allá de la teoría de las líneas magnéticas, una cuestión de experiencia. Y, casi siempre por desgracia, el vigor de la atracción entre opuestos suele ser imbatible, irremediable y asolador.
Los finales, por Javier Ubieta

Sabía desde hace tiempo que nuestra historia terminaría pronto, pero el principio del fin se precipitó mucho antes de lo que yo hubiera pensado. Eran las siete de la tarde del sábado, los días de abril estaban discurriendo tan cálidos, delicados y luminosos que invitaban a aprovecharlos hasta el ocaso. Yo permanecía estática, apoyada en la baranda del balcón, mirando fijamente al lago del horizonte. De fondo sonaba la trompeta de Miles Davis. El aire olía como a uvas. Fingí no escuchar su pregunta.
La cita

Cuando el camarero del Bar Claridge me pregunta si quiero el whisky servido en un vaso highball o prefiero un old-fashioned, me limito a decir “en uno ancho, con poco hielo, por favor”. Y, aunque me mira como si su duda no hubiera sido aclarada, asiente, solícito, bajando la barbilla y ocultando su pajarita de cuadros por un instante. Se da media vuelta con una elegancia soberana y regresa a la barra. Todas las mesas están decoradas con magníficos jarrones de cristal soplado que reposan sobre tapetes de cuero brillante color vino rematados con hilo de plata. Es la única concesión navideña al adorno.
Javier Ubieta. Amaneceres

Desde bien pequeño me ha gustado madrugar, sobre todo en otoño, cuando la luz es perezosa, e ir viendo cómo, poco a poco, las habitaciones de las casas de los demás van naciendo. Los primeros recuerdos que tengo acerca de mi admiración por el despertar de la mañana vienen de muy temprano. Siempre me levantaba antes de tiempo, iba a la cocina, y apoyaba la barbilla sobre las manos cruzadas, sentado con los pies sobre un taburete de pesada madera y asiento de cuero verde botella claveteado. Y esperaba mientras observaba todo.